viernes, 25 de abril de 2014

Buscando la Paz

          Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron, el rey observó y admiró todas las muestras, pero solamente dos realmente le gustaron y tenía que escoger entre ellas.
         La primera era un lago muy tranquilo, era un espejo perfecto donde se reflejaban  unas plácidas montañas que lo rodeaban, sobre estas se encontraba un cielo muy azul y tenues nubes blancas, todos los que miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
         La segunda pintura también tenía montañas pero eran escabrosas y descubiertas, sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos de montañas, por debajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. No se revelaba para nada pacífico.
        Pero cuando el rey observó cuidadosamente la segunda pintura vio detrás de la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca, allí se encontraba un nido y en el medio del rugir de la violenta caída de agua estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido, que tenía mucha PAZ.

“Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa pasar de todas las cosas que pasen estamos calmados dentro de nuestro corazón.

Josué Castillo. Sexto “C”




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