Había una vez un pirata que tenía un perro que se llamaba Beto, cuando
creció se fueron los dos a buscar un tesoro a una isla perdida.
Cuando llegaron a la isla el pobre perro se
perdió. Beto comenzó a dar vueltas y mas vueltas buscando a su amo,
pero lo que encontró fue una bruja que necesitaba un hueso de perro para hacer un hechizo. Sin más remedio para
el pobre perro, la bruja lo capturó y se lo llevó a una cabaña que estaba en
una montaña de la isla. Ella, la
malvada, preparó un hechizo en forma de polvo mágico y se la echó encima
para que hablara y le pregunto:
-¿Cómo te
llamas?
El perro
dijo:
-Soy Beto.
Respondió muerto de miedo porque la bruja
tenía un cuchillo en la mano. Fue entonces cuando ella empezó a perseguirlo por
toda la cabaña. Beto corría y corría como loco hasta que se lanzó por una
ventana y se escapó de la bruja. En el camino encontró una cueva donde
refugiarse, y allí se encontró con su dueño.
Pasadas
algunas horas en la cueva apareció la bruja malvada y Beto le dijo:
-Nunca vas a
destruir a mi dueño, no lo permitiré.
La bruja le respondió:
-Te voy a
quitar un hueso Beto, aunque sea lo último que haga… Ja, Ja, Ja…
Fue entonces cuando Beto salió
nuevamente corriendo y se lanzó hacía un volcán con la bruja. El pirata
entristeció y lloró por muchas horas.
-Beto ¿por qué te
fuiste?. Dijo llorando
-Estoy aquí
amo nunca me iré sin usted. Dijo, tratando de subir desde el volcán.
El pirata y sus amigos ayudaron a Beto a salir del
volcán, al finalizar el rescate se fueron todos a una mina de oro. Beto y el pirata
por fin obtuvieron un hueso de oro.
hola que chevere que los niños participen de esta manera crece sus capacidades
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